233 Grados: Crónica 33 Aniversario Librería Bravo

 

Con el motivo del trigésimo tercer aniversario de la Librería Bravo, Manuela Bravo, Manoli para sus amigos, organizó una recepción en el local al cierre del establecimiento el sábado por la mañana. Su dulce dueña, junto a su marido Carlos, prepararon el aperitivo y la bebida como en cualquier fiesta de cumpleaños para celebrar el tiempo dedicado a la cultura y el apoyo recibido.

Han remodelado recientemente la librería y lo primero que nos encontramos al acercarnos es una colección de detalles preciosos como libros que salen volando en libertad de las estanterías. Está todo decorado con mucho gusto. Allí se creó una atmósfera de cariño inmensa. Acudimos personas de diferentes ámbitos. Personal de editoriales, de asociaciones, escritores, las mujeres de los clubes de lectura que Manoli lleva a cabo durante la semana y la gente del taller de escritura, y también del club de cine.

Todas esas actividades se pueden desarrollar en una Librería que es algo más que una tienda. Es el hogar de la cultura. La casa donde vas a visitar a una amiga y contarle tus cosas y hablar del último libro leído o de tus problemas. Porque Manoli es así, se interesa por toda su gente, Y aunque haga varios meses que no te ve, enseguida te pregunta y te hace sentirte como que has vuelto a casa y que hace muy poco que os habéis visto.

Después de comer todos juntos y charlar, tocó abrir los regalos que cariñosamente les habían hecho tantos amigos como tienen. Les leyeron a Manoli y a Carlos varios textos dedicados y allí lloramos todos. Nos emocionamos al sentir tanto cariño en tan poco espacio. Lloramos hasta los que veníamos llorados de casa, como decía su buena amiga Mª Luisa. Fue un verdadero placer asistir a un evento tan emotivo y entrañable.

 

Mil gracias por estar ahí, Manoli. Sin ti la cultura no se transmitiría como tú lo haces, desde el cariño.

 

 

Reportaje de Mercedes Román